Tras haber estudiado las técnicas de expresión de los
cuentos en el aula, el día 9 de Abril, realizamos un taller, en el que en
grupos de tres nos iríamos contando cuentos según la técnica que quisiéramos
desarrollar: narración, cuentacuentos o lectura.
Yo seleccioné narración pues me pareció la mejor forma de
captar la atención de los “niños” y permitirles usar su imaginación por medio
de la interactuación que, como dice la teoría, es imprescindible utilizar en la
narración, porque a través de ella, les introducimos en la historia, mantenemos
su atención, etc.
Mi elección para desarrollar esta técnica fue el cuento “La
ovejita que vino a cenar”, escrita por Steve Smallman.
Utilicé este cuento,porque lo había escuchado en una narración realizada por mi profesora de
prácticas y, por tanto, pensé que a los “niños” les iba a gustar y que era
indicado para este tipo de estrategia.
Las edades a las que este tipo de cuentos va dirigido son de
los 4-5 años a los 5-6; se trata de un libro cargado de emociones, ya que en
este periodo de edades la necesidad de sentir y expresar los sentimientos es
fundamental.
La preparación consistió en leérmelo varias veces en casa para
tener las ideas claras sobre lo que cada página y cada ilustración querían contar
y, a raíz de ello, ir introduciendo novedades sacadas de la interactuación con los
niños.
El cuento fue narrado tres veces con distintas compañeras,
aceptando sus críticas, mejorando cada nueva narración, intentando buscar la
“perfección”.
La primera vez, me resultó más difícil, ya que el público
era exigente y me comentaron que debía de poner más énfasis con los personajes
e interaccionar más en algunos puntos del cuento como por ejemplo: en el
momento del beso, en la búsqueda de la ovejita perdida o en el momento en el
que ésta tiene hipo.
La segunda vez, introduje las mejoras que mis compañeras me
habían sugerido y los comentarios fueron totalmente distintos, ya que me dijeron
que podría ponerle un nombre a la oveja, para así personalizarla, dato que me pareció
bastante bueno ya que los niños podían identificar mejor los sentimientos. En
este caso, les pareció algo largo.
Finalmente y, en mi tercera narración, solo tuve un
comentario, ya que la única pega que le veían era que quizá debería de
interactuar al principio con las comidas preferidas de mis oyentes, y a raíz de
ello, comenzar la narración.
Tras todas las modificaciones que mis compañeras me
comentaron, el cuento terminó siendo así:
Al principio realicé una serie de preguntas para introducir
el cuento cómo ¿qué tipo de comida les gustaba más?¿qué creían que iba a pasar
con el lobo y la ovejita?, etc.
A raíz de las ilustraciones les fui preguntando por la época
del año en la que se encontraban los protagonistas, qué tipo de ropa debía de
llevar la ovejita al salir a la calle, diciéndoles que se ponía: la bufanda,
los guantes, el gorro, el abrigo, las botas, etc.
También les pregunté si ellos se quedaban dormidas igual que
la ovejita en brazos de sus papas, y si alguna vez habían tenido hipo ¡Hip!.
Todas mis oyentes fueron participativas y eso me animó a
seguir contándolo.
Este tipo de experiencia me ha parecido muy enriquecedora, pues
podemos escuchar todo tipo de cuentos, historias y distintas maneras para mejorar
nuestra forma de actuar, pensar y poderlo aplicar en un futuro en nuestra
propia aula con nuestros niños.
La palabra adaptar proviene del latín, y su origen se asienta en la palabra daptare, que a su vez, es un verbo compuesto por dos partes; un prefijo ad, cuyo significado es “hacia” y un verbo aptare,, que se traduciría como “ajustar” o “equipar”, es decir, que significaría ajustar una cosa a otra y, ¿no es así en la actualidad?.
Cómo futura profesora de infantil, debo de aprender a adaptar textos del folclore, ya que, personajes como los Hermanos Grimm o Perrault, escribían recopilaciones de historias para un público variado desde adultos hasta niños y, la actualidad dista mucho de lo que ocurría antaño, por tanto debemos adaptarlos a la edad y al desarrollo del grupo al que queramos contarles la historia.
En mi caso he mantenido la figura del apuesto joven, que tras verse sin nada que llevarse a la boca, decide buscarse la vida y, en su fatídica búsqueda, se topa con un ser fantástico que le realiza una propuesta y si la cumple conseguirá todo lo que siempre había deseado. Tras un gran sufrimiento, supera la prueba y acaba en brazos de su amada, a la que ha conocido en su tiempo de penitencia.
Al ser un cuento adaptado a niños de 4 a 6 años he eliminado personajes como el demonio, ya que para los niños a esta edad esa figura puede provocarles miedos infundados y negativos. El hombre de la piel de oso no tenía un nombre específico y, sin embargo, en esta adaptación se le ha dado un nombre, puesto que así, lo niños pueden identificarse más con la historia y vivir la magia del cuento.
Se han eliminado también las muertes, ya qué el objetivo principal, la enseñanza, es tener fe en uno mismo, saber que todo se puede conseguir si luchas por ello.
El uso ocasional de ritmo y retahílas, está muy unido a este periodo de edades, por lo que aparece a lo largo de la historia y en ocasiones ligados a la figura del personaje mágico, por tanto, el lenguaje, es claro y sencillo para que los niños no pierdan el hilo de la historia.
A continuación os adjunto mi adaptación titulada Juan y su doble nariz.
No hace mucho tiempo, en un país no muy lejano había un joven bastante guapo. Este chico vivía en su casa con su familia, pero no tenían el suficiente dinero para que comieran todos y Juan, que así se llama el protagonista, tuvo que salir a buscar algo de trabajo, eso sí sin dejar de estudiar.
Buscó por todos lados un trabajo, de una cosa y de otra, pero no encontraba nada, se sintió muy triste y se fue a descansar a un parque y en un banco se sentó. En ese momento ¡qué sorpresa! una bruja apareció, al ver a Juan en un banco sentado se acercó y le dijo:
-Muchacho ¿ qué te ocurre?.
A lo que Juan contestó:
-Perdone señora - porque era muy educado - no encuentro trabajo y no puedo volver a casa sin nada para comer.
La bruja piruja decidió proponerle una cosa:
-Muchacho ¿cómo te llamas?
-Me llamo Juan señora.
-Juan no sé si te habrás dado cuenta pero soy una bruja mágica - Juan se había dado cuenta de todo, porque claro viendo a una mujer con un súper sombrero de pico y una escoba, hacia sospechar…- y quería ayudarte a poder comer, siempre y cuando cumplas lo que te digo.
Juan, estaba desesperado y lo aceptó, fuera lo que fuera.
-Mira Juan, yo se que tú eres valiente, así que vas a tener que recorrer todas las ciudades del mundo sólo, sin ayuda de nadie, solo con este pantalón mágico que te ayudará en tu camino, ¡pruébalo! mete la mano en el bolsillo y, si consigues completar este viaje, nunca más volverás a estar triste ni pasar hambre y podrás tener una familia feliz, eso sí, hay una cosa más, para poder completar tu aventura debes saber que dejarás de ser un chico tan apuesto y tendrás una verruga del tamaño de tu nariz en la frente.
Juan, muy sorprendido, se miró en un escaparate y se asustó; qué feo estaba, a continuación metió la mano en el bolsillo y sacó un euro, luego otro euro y así, de euro en euro, podría ahorrar lo suficiente y dijo:
-Yo puedo con todo y se lo voy a demostrar, ahora mismo comienzo mi viaje.
Juan cumplió con lo que la bruja le había dicho y fue primero a un país, muy a duras penas, porque no tenia nadie con quien compartir su aventura. Las cosas que necesitaba las tenía que conseguir con mucho trabajo y con los euros que sacaba de su pantalón mágico y, además, tenia casi casi dos narices y, la gente al verle, se alejaba de él.
Pasó un mes y un continente, que son muuuchos países juntos; luego otro mes y otro continente más.
Juan estaba cansado y muy triste pero quería conseguir lo que la bruja le había propuesto así que, siguió su camino.
En un país muy lejano, llamado Estados Unidos, conoció a una chica muy guapa y muy buena a la cual le contó su historia. Estuvo ahí un tiempo con toda su familia, sus tíos, sus abuelos, sus primos, pero claro… si no seguía su camino, no conseguiría lo que la bruja le había dicho y le dijo a Sara, que así se llamaba esta chica:
-Tengo que seguir hasta llegar a mi destino, pero volveré porque quiero formar una familia contigo y tener hijos y una casa muuuy bonita. Espero que tu también quieras.
A lo que Sara contestó:
-Claro que sí Juan, siempre te esperaré - hay que decir que Sara se había enamorado de un chico que estaba muy sucio y, no nos olvidemos de la segunda nariz, porque claro, llevaba viajando mucho, mucho tiempo; había pasado hasta por la China, tenía la ropa rota, había perdido los cordones de los zapatos, bueno y hasta los zapatos, llevaba el pelo largo, con barba, pero a ella no le importó.
Pasó otro mes más y otro continente más, y otro mes más y otro continente más, y después de más de 3 años, no se lo creía, pero volvía a estar en su barrio, en su calle y en el mismo parque donde vio a la bruja por primera vez.
Y de repente ¡sorpresa! ahí estaba la bruja que le dijo:
-¡Enhorabuena Juan! has sabido cumplir con lo prometido y yo haré lo mismo contigo y….de repente:
-¡Biribirí Biribirá, por sorpresa todo cambiará!
La bruja sacó su escoba y le barrió de arriba abajo hasta dejarle más limpio que tú cuando te bañas, con ropa nueva con el pelo corto y sin esa nariz y…¡ con un chasquido de dedos! le mandó a Estados Unidos, al pueblo de Sara.
Juan pasó por delante de una tienda y se miró en el cristal y pensó - Sara me ve así y no me va a reconocer – llamó al timbre de su casa y salió ella.
Juan le dijo:
-Que chica más guapa me abre la puerta, ¿te gustaría casarte conmigo?.
Claro, Sara al ver al chico que estaba en la puerta pensó – ojalá fuera Juan, pero no se parece nada de nada, ¡qué decepción! no se creía que un chico tan tan tan limpio pudiera ser Juan.
Sara, sin poder decirle nada, iba a cerrar la puerta asustada, pero de repente Juan dijo:
-Sara, no te asustes, de Europa vengo por Asia pasé y en Estados Unidos de ti me enamoré.
En ese momento Sara se dio cuenta y saltó a los brazos de Juan de los que nunca más se separó.
Y gracias a la bruja y a la valentía de Juan, este cuento bien ha podido acabar con las bodas y un manjar.
Y colorín colorado este cuento se ha acabado y colorín colorete por la chimenea ¡Sale un cohete!
Bibliografía
Apuntes asignatura literatura infantíl, La Salle Centro Universitario.
La palabra adaptar
proviene del latín, y su origen se asienta en la palabra daptare, que a su vez,
es un verbo compuesto por dos partes; un prefijo ad, cuyo significado es
“hacia” y un verbo aptare,, que se traduciría como “ajustar” o “equipar”, es
decir, que significaría ajustar una cosa a otra y, ¿no es así en la
actualidad?.
Cómo futura profesora de infantil,
debo de aprender a adaptar textos del folclore, ya que, personajes como los
Hermanos Grimm o Perrault, escribían recopilaciones de historias para un
público variado desde adultos hasta niños y, la actualidad dista mucho de lo
que ocurría antaño, por tanto debemos adaptarlos a la edad y al desarrollo del
grupo al que queramos contarles la historia.
Existen muchos tipos de
adaptaciones: manteniendo el hilo de la historia, manteniendo alguna parte del
esquema, o manteniendo los roles de los personajes.
En mi caso he mantenido la figura
del apuesto joven, que tras verse sin nada que llevarse a la boca, decide
buscarse la vida y, en su fatídica búsqueda, se topa con un ser fantástico que
le realiza una propuesta y si la cumple conseguirá todo lo que siempre había
deseado. Tras un gran sufrimiento, supera la prueba y acaba en brazos de su
amada, a la que ha conocido en su tiempo de penitencia.
Al ser un cuento adaptado a niños de
4 a 6 años he eliminado personajes como el demonio, ya que para los niños a
esta edad esa figura puede provocarles miedos infundados y negativos. El hombre
de la piel de oso no tenía un nombre específico y, sin embargo, en esta adaptación
se le ha dado un nombre, puesto que así, lo niños pueden identificarse más con
la historia y vivir la magia del cuento.
Se han eliminado también las
muertes, ya qué el objetivo principal, la moraleja, es tener fe en uno mismo,
saber que todo se puede conseguir si luchas por ello.
El uso ocasional de ritmo y
retahílas, está muy unido a este periodo de edades, por lo que aparece a lo
largo de la historia y en ocasiones ligados a la figura del personaje mágico, por tanto, el lenguaje, es claro y sencillo para que los niños no pierdan el hilo de la historia.
A continuación os adjunto mi
adaptación titulada Juan y su doble nariz.
No hace mucho tiempo, en un país no
muy lejano había un joven bastante guapo. Este chico vivía en su casa con su
familia, pero no tenían el suficiente dinero para que comieran todos y Juan,
que así se llama el protagonista, tuvo que salir a buscar algo de trabajo, eso
sí sin dejar de estudiar.
Buscó por todos lados un trabajo,
de una cosa y de otra, pero no encontraba nada, se sintió muy triste y se fue a
descansar a un parque y en un banco se sentó. En ese momento ¡qué sorpresa! una bruja apareció, al ver a
Juan en un banco sentado se acercó y le dijo:
-Muchacho
¿ qué te ocurre?.
Alo que Juan contestó:
-Perdone
señora - porque era muy educado - no encuentro trabajo y no puedo volver a casa
sin nada para comer.
La bruja piruja decidió proponerle
una cosa:
-Muchacho
¿cómo te llamas?
-Me
llamo Juan señora.
-Juan
no sé si te habrás dado cuenta pero soy una bruja mágica - Juan se había dado
cuenta de todo, porque claro viendo a una mujer con un súper sombrero de pico y
una escoba, hacia sospechar…- y quería ayudarte a poder comer, siempre y cuando
cumplas lo que te digo.
Juan, estaba desesperado y lo
aceptó, fuera lo que fuera.
-Mira
Juan, yo se que tú eres valiente, así que vas a tener que recorrer todas las
ciudades del mundo sólo, sin ayuda de nadie, solo con este pantalón mágico que
te ayudará en tu camino, ¡pruébalo! mete la mano en el bolsillo y, si consigues
completar este viaje, nunca más volverás a estar triste ni pasar hambre y
podrás tener una familia feliz, eso sí, hay una cosa más, para poder completar
tu aventura debes saber que dejarás de ser un chico tan apuesto y tendrás una
verruga del tamaño de tu nariz en la frente.
Juan, muy sorprendido, se miró en
un escaparate y se asustó; qué feo estaba, a continuación metió la mano en el
bolsillo y sacó un euro, luego otro euro y así, de euro en euro, podría ahorrar
lo suficiente y dijo:
-Yo
puedo con todo y se lo voy a demostrar, ahora mismo comienzo mi viaje.
Juan cumplió con lo que la bruja le
había dicho y fue primero a un país, muy a duras penas, porque no tenia nadie con
quien compartir su aventura. Las cosas que necesitaba las tenía que conseguir
con mucho trabajo y con los euros que sacaba de su pantalón mágico y, además,
tenia casi casi dos narices y, la gente al verle, se alejaba de él.
Pasó un mes y un continente, que
son muuuchos países juntos; luego otro mes y otro continente más.
Juan estaba cansado y muy triste
pero quería conseguir lo que la bruja le había propuesto así que, siguió su
camino.
En un país muy lejano, llamado
Estados Unidos, conoció a una chica muy guapa y muy buena a la cual le contó su
historia. Estuvo ahí un tiempo con toda su familia, sus tíos, sus abuelos, sus
primos, pero claro… si no seguía su camino, no conseguiría lo que la bruja le había
dicho y le dijo a Sara, que así se llamaba esta chica:
-Tengo
que seguir hasta llegar a mi destino, pero volveré porque quiero formar una
familia contigo y tener hijos y una casa muuuy bonita. Espero que tu también quieras.
A lo que Sara contestó:
-Claro
que sí Juan, siempre te esperaré - hay que decir que Sara se había enamorado de
un chico que estaba muy sucio y, no nos olvidemos de la segunda nariz, porque
claro, llevaba viajando mucho, mucho tiempo; había pasado hasta por la China,
tenía la ropa rota, había perdido los cordones de los zapatos, bueno y hasta
los zapatos, llevaba el pelo largo, con barba, pero a ella no le importó.
Pasó otro mes más y otro continente
más, y otro mes más y otro continente más, y después de más de 3 años, no se lo
creía, pero volvía a estar en su barrio, en su calle y en el mismo parque donde
vio a la bruja por primera vez.
Y de repente ¡sorpresa! ahí estaba
la bruja que le dijo:
-¡Enhorabuena
Juan! has sabido cumplir con lo prometido y yo haré lo mismo contigo y….de
repente:
-¡Biribirí
Biribirá, por sorpresa todo cambiará!
La bruja sacó su escoba y le barrió
de arriba abajo hasta dejarle más limpio que tú cuando te bañas, con ropa nueva
con el pelo corto y sin esa nariz y…¡ con un chasquido de dedos! le mandó a
Estados Unidos, al pueblo de Sara.
Juan pasó por delante de una tienda
y se miró en el cristal y pensó - Sara me ve así y no me va a reconocer – llamó
al timbre de su casa y salió ella.
Juan le dijo:
-Que
chica más guapa me abre la puerta, ¿te gustaría casarte conmigo?.
Claro, Sara al ver al chico que
estaba en la puerta pensó – ojalá fuera Juan, pero no se parece nada de nada,
¡qué decepción! no se creía que un chico tan tan tan limpio pudiera ser Juan.
Sara, sin poder decirle nada, iba a
cerrar la puerta asustada, pero de repente Juan dijo:
-Sara,
no te asustes, de Europa vengo por Asia pasé y en Estados Unidos de ti me
enamoré.
En ese momento Sara se dio cuenta y
saltó a los brazos de Juan de los que nunca más se separó.
Y gracias a la bruja y a la
valentía de Juan, este cuento bien ha podido acabar con las bodas y un manjar.
Y colorín colorado este cuento se ha
acabado y colorín colorete por la chimenea ¡Sale un cohete!
Bibliografía
Apuntes asignatura literatura infantíl, La Salle Centro Universitario.
Edad en la que me baso para el análisis: segundo ciclo de infantil 3-5
años. Esta edad es la recomendada ya que es la etapa en la que mas miedos
tienen porque es el momento en el que su imaginación empieza a fluir.
Formato
Aspecto externo:
La edición que manejamos del libro ¡Papá! Tiene un buen tamaño para la
etapa en la que nos centramos (3-5 años) ya que su formato es de 240 x 285, al
ser de tapa blanda tipo cartulina o cartón fino, el niño puede manejarlo
perfectamente sin dificultad por peso y por tamaño.
La portada del libro, en mi opinión, podría haber tenido otra forma
más atractiva ya que quizá el fondo negro que la envuelve deja mucho que desear
en relación con el interior del libro y si fuera a una biblioteca, puede que un niño, se fijaría antes en cualquier otro libro. Quizá
solo llame la atención la imagen que aparece del niño, realizada por el mismo
autor del libro Philippe Corentin, en uno de los momentos más importantes de la historia.
Respecto a la seguridad, al ser como antes he dicho, de tapa “blanda”,
el niño no tendrá ningún problema con él, es más, le será todavía mas fácil su
uso y sin ningún peligro aparente.
Este libro se puede utilizar tanto individualmente como colectivamente, para una clase.
Si fuera para un niño, la historia es muy adecuada, sobre todo, en el
momento de acostarse y, si es para una clase, se podría elaborar un taller a
raíz de la temática del libro que probablemente les ayudaría en sus miedos.
El grosor de las páginas es igualmente adecuado, ya que se dificulta al niño el que intente romperlas. El libro cuenta
con 32 páginas, que no resultan nada pesadas.
El exterior del libro no es muy atractivo, sin embargo, la historia
que cuenta si lo es, porque habla de cosas cotidianas para los niños, de momentos
que les pueden ocurrir, como es el miedo a la noche, a la oscuridad, pero
contada de una forma muy especial.
La encuadernación del libro es en cartoné, haciéndole ser flexible y
sencillo, además de fácil y resistente.
Tipografía
El tipo de letra con el que cuenta este libro es el más común de tipo
imprenta.
Por otro lado el tamaño de letra quizá debería ser un poco mas grande
con una mayor diferenciación entre las letras que le permitiese al niño
utilizarlo como libro de aprendizaje además de cómo libro de ocio.
Tiene un interlineado lineal, no se modifica a lo largo de todo el
libro, quizá demasiado escaso para los niños.
Este libro, por el tipo de letra, sería utilizado para contar y quizá
a partir de los 5 años para ser leído.
Ilustraciones
Las ilustraciones que acompañan al texto permiten al niño entender
perfectamente lo ocurrido por medio de las imágenes, ya que éstas acompañan al
texto perfectamente. Los colores utilizados para estas ilustraciones quizá son
demasiado fuertes, expresa miedo así que probablemente sean las correctas,
siempre acordes a lo que están contando.
La ambientación es la correcta ya que se sitúa en una casa, en una
habitación, con su cama, su mesilla, nada fuera de lo común, tanto en la vida
del niño como en la vida de….(lo dejaremos ahí para que os leáis el libro).
Por tanto se trata de ilustraciones realistas, muy expresivas, las
cuales permiten secuenciar la historia perfectamente y para niños de 3 años no
es necesario el texto para desarrollar la temática de la historia.
Contenido
Tema:
El tema principal del libro es el miedo y por supuesto su solución,
esta historia es esencial para tratar el tema de los miedos nocturnos, por que
este niño y este “monstruo” tienen miedo , es una historia paralela que intenta
inculcar en el niño que todo lo que ocurre no es malo, que no lo tiene que ver
como un momento de pavor si no buscarle una solución positiva al problema.
La etapa en la que los niños tienen mas miedos nocturnos es la etapa
3-5, el segundo ciclo, momento en el que suelen dormir con los padres o estar
pendientes de ellos continuamente. Esto ocurre ya que es el momento en el que
la capacidad imaginativa del niño se dispara, por tanto puede imaginar todo
tipo de cosas que le pueden asustar. Esta etapa se puede extender durante
varios años mas, pero con ayudas como este libro, podemos conseguir que el
niño, entienda que sus miedos son infundados y que no deben de temerlos mas
allá de lo necesario.
Los secundarios serían la relación padre hijo, pero también la de
madre hijo, porque pese que el padre es el que acude a la llamada, es la madre
la que luego le acuesta, es decir, este libro no excluye a ninguno de los
padres les tiene a ambos presentes y esto puede permitir al niño ver, que no
esta solo en ningún momento. También busca inculcar el cumplimiento de las
rutinas antes de dormir, “¿Te has lavado los dientes?.... ¿Has hecho pipí?...”
este tema humaniza al monstruo-animal y también les da claves a los niños sobre
lo que tienen que hacer antes de acostarse.
Una buena forma de ayudar al niño es, como este libro muestra, que, con una rutina marcada: si el niño se
lava los dientes, si va al baño, etc… podrá dormir perfectamente en su cama.
Estructura
Se trata de una estructura lineal, porque cuenta con un planteamiento
(esta en la cama y en la cama se lee), un nudo (el miedo al extraño, la llegada
del padre, etc.)y un desenlace(los dos durmiendo plácidamente tras ver que su
miedo era infundado). Por otra parte, esta misma estructura, la vemos duplicada
a lo largo de la historia, ya que nos cuenta la situación que vive tanto el
niño por un lado como el “monstruo” por el otro.
Personaje protagonista
Los protagonistas del cuento son personajes muy cercanos al niño con
los que se puede identificar en todo momento. Quizá el niño protagonista sea un
poco mas mayor, ya que aparece leyendo solo al comienzo del libro, pero es un
niño que tiene una pesadilla igual que cualquier otro niño a esa edad. También
al ser una historia paralela sería protagonista el monstruito, porque le ocurre
exactamente lo mismo que al niño y ambos están presentes a lo largo de todo el
cuento.
Personajes secundarios
Como personajes secundarios aparecerían los padres y los amigos,
porque todos interactúan con los principales de la misma forma, preocupándose
de ellos y dándoles su cariño y su apoyo.
Valores y contravalores
Un valor muy importante de este texto es la superación de los miedos,
esto le permitirá al niño ver que no hay que temer nada porque todo ocurre por
igual.
Quizá un contravalor sea que al niño no le intentan paliar sus miedos
contándole que no hay nada, que no pasa nada si no que directamente lo achacan
a comer demasiada tarta, a lo mejor hubiera sido mejor que al niño le hubieran escuchado y le
hubieran permitido contar su miedo, expresarlo.
Lenguaje y uso de la lengua
El lenguaje es simple, por tanto adecuado para la edad, además de el
uso de palabras muy comunes entre ellos, como “pipí”. Las subordinadas son
prácticamente inexistentes, ya que se trata de frases muy cortas.
El vocabulario está muy adaptado a una situación tan común como esta.
La palabra más repetida es el mismo título del libro ¡Papá!, ya que es
el primero al que acuden ambos en su miedo al extraño personaje que les
acompaña.
Conclusión
Tras haber realizado el análisis del libro he de decir que pese a que
la historia que cuenta es muy educativa y probablemente a los niños les guste,
quizá he echado en falta un texto más elaborado más cargado de sentimientos.
No es nada llamativo a primera vista, en mi opinión hubiera utilizado
unos colores mas llamativos para captar la atención de los niños porque repito
la historia que cuenta me parece perfecta para estas edades, porque todos los
niños tienen miedos y este cuento los humaniza hasta el punto de convertirlos
en historias paralelas con las mismas ocurrencias y los mismos actos.
Como antes he dicho del texto yo no lo leería literalmente si no que
lo contaría, le daría más vida, más atracción, hablaría sobre el niño, como se
encuentra, como es físicamente, intentaría que los niños se sintieran todavía
mas identificados, y en algún caso específico le situaría a el mismo en esta
historia.
En Internet tras la búsqueda que he realizado he encontrado este
pequeño video de youtube que yo creo que demuestra que contándolo atrae mucha
mas atención que leyendo lo escrito.
En el aula se podría tratar desde varios puntos de vista, por un lado
como han realizado en un colegio se podrían utilizar las ilustraciones
enmarcándolas y situándolas a una altura y con ellas (esto ya es idea mía)
quizá permitir a cada niño que contase su propia historia guiándose por las
imágenes.
Otra muy buena actividad sería que los niños plasmaran en el papel sus
miedos, para que así los humanizaran como en el libro y contar la vida del
monstruo que han dibujado, cómo se lo imaginan en casa, como creen que ellos
actúan, como son sus papás, etc.
Para cerrar este análisis este cuento es un libro cortito pero que
trasmite mucho y puede ayudar a muchos niños a superar sus miedos de una manera
lúdica y divertida.
No quiero cerrar sin hacer referencia a los “amigos” de los padres
monstruos, ya que el atuendo que llevan es de lo más cómico elemento que
probablemente ayude al niño a reírse de sus problemas y afrontarlos desde otro
punto de vista muy alejado del que puede tener cualquiera a esa edad.
Una lectura muy reconfortante para seguir con este blog y seguir
aventurándonos en el aprendizaje.