cenefa

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miércoles, 23 de abril de 2014

Bloque II. Actividad I. Adaptación: El hombre de la piel de oso.

Adaptación

 La palabra adaptar proviene del latín, y su origen se asienta en la palabra daptare, que a su vez, es un verbo compuesto por dos partes; un prefijo ad, cuyo significado es “hacia” y un verbo aptare,, que se traduciría como “ajustar” o “equipar”, es decir, que significaría ajustar una cosa a otra y, ¿no es así en la actualidad?.
Cómo futura profesora de infantil, debo de aprender a adaptar textos del folclore, ya que, personajes como los Hermanos Grimm o Perrault, escribían recopilaciones de historias para un público variado desde adultos hasta niños y, la actualidad dista mucho de lo que ocurría antaño, por tanto debemos adaptarlos a la edad y al desarrollo del grupo al que queramos contarles la historia.
En mi caso he mantenido la figura del apuesto joven, que tras verse sin nada que llevarse a la boca, decide buscarse la vida y, en su fatídica búsqueda, se topa con un ser fantástico que le realiza una propuesta y si la cumple conseguirá todo lo que siempre había deseado. Tras un gran sufrimiento, supera la prueba y acaba en brazos de su amada, a la que ha conocido en su tiempo de penitencia.
Al ser un cuento adaptado a niños de 4 a 6 años he eliminado personajes como el demonio, ya que para los niños a esta edad esa figura puede provocarles miedos infundados y negativos. El hombre de la piel de oso no tenía un nombre específico y, sin embargo, en esta adaptación se le ha dado un nombre, puesto que así, lo niños pueden identificarse más con la historia y vivir la magia del cuento.
Se han eliminado también las muertes, ya qué el objetivo principal, la enseñanza, es tener fe en uno mismo, saber que todo se puede conseguir si luchas por ello.
El uso ocasional de ritmo y retahílas, está muy unido a este periodo de edades, por lo que aparece a lo largo de la historia y en ocasiones ligados a la figura del personaje mágico, por tanto, el lenguaje, es claro y sencillo para que los niños no pierdan el hilo de la historia.

A continuación os adjunto mi adaptación titulada Juan y su doble nariz.


No hace mucho tiempo, en un país no muy lejano había un joven bastante guapo. Este chico vivía en su casa con su familia, pero no tenían el suficiente dinero para que comieran todos y Juan, que así se llama el protagonista, tuvo que salir a buscar algo de trabajo, eso sí sin dejar de estudiar.
Buscó por todos lados un trabajo, de una cosa y de otra, pero no encontraba nada, se sintió muy triste y se fue a descansar a un parque y en un banco se sentó.  En ese momento ¡qué sorpresa! una bruja apareció, al ver a Juan en un banco sentado se acercó y le dijo:
-       Muchacho ¿ qué te ocurre?.
A  lo que Juan contestó:
-       Perdone señora - porque era muy educado - no encuentro trabajo y no puedo volver a casa sin nada para comer.
La bruja piruja decidió proponerle una cosa:
-       Muchacho ¿cómo te llamas?
-       Me llamo Juan señora.
-       Juan no sé si te habrás dado cuenta pero soy una bruja mágica - Juan se había dado cuenta de todo, porque claro viendo a una mujer con un súper sombrero de pico y una escoba, hacia sospechar…- y quería ayudarte a poder comer, siempre y cuando cumplas lo que te digo.
Juan, estaba desesperado y lo aceptó, fuera lo que fuera.
-       Mira Juan, yo se que tú eres valiente, así que vas a tener que recorrer todas las ciudades del mundo sólo, sin ayuda de nadie, solo con este pantalón mágico que te ayudará en tu camino, ¡pruébalo! mete la mano en el bolsillo y, si consigues completar este viaje, nunca más volverás a estar triste ni pasar hambre y podrás tener una familia feliz, eso sí, hay una cosa más, para poder completar tu aventura debes saber que dejarás de ser un chico tan apuesto y tendrás una verruga del tamaño de tu nariz en la frente.
Juan, muy sorprendido, se miró en un escaparate y se asustó; qué feo estaba, a continuación metió la mano en el bolsillo y sacó un euro, luego otro euro y así, de euro en euro, podría ahorrar lo suficiente y dijo:
-       Yo puedo con todo y se lo voy a demostrar, ahora mismo comienzo mi viaje.
Juan cumplió con lo que la bruja le había dicho y fue primero a un país, muy a duras penas, porque no tenia nadie con quien compartir su aventura. Las cosas que necesitaba las tenía que conseguir con mucho trabajo y con los euros que sacaba de su pantalón mágico y, además, tenia casi casi dos narices y, la gente al verle, se alejaba de él.
Pasó un mes y un continente, que son muuuchos países juntos; luego otro mes y otro continente más.
Juan estaba cansado y muy triste pero quería conseguir lo que la bruja le había propuesto así que, siguió su camino.
En un país muy lejano, llamado Estados Unidos, conoció a una chica muy guapa y muy buena a la cual le contó su historia. Estuvo ahí un tiempo con toda su familia, sus tíos, sus abuelos, sus primos, pero claro… si no seguía su camino, no conseguiría lo que la bruja le había dicho y le dijo a Sara, que así se llamaba esta chica:
-       Tengo que seguir hasta llegar a mi destino, pero volveré porque quiero formar una familia contigo y tener hijos y una casa muuuy bonita. Espero que tu también quieras.
A lo que Sara contestó:
-       Claro que sí Juan, siempre te esperaré - hay que decir que Sara se había enamorado de un chico que estaba muy sucio y, no nos olvidemos de la segunda nariz, porque claro, llevaba viajando mucho, mucho tiempo; había pasado hasta por la China, tenía la ropa rota, había perdido los cordones de los zapatos, bueno y hasta los zapatos, llevaba el pelo largo, con barba, pero a ella no le importó.
Pasó otro mes más y otro continente más, y otro mes más y otro continente más, y después de más de 3 años, no se lo creía, pero volvía a estar en su barrio, en su calle y en el mismo parque donde vio a la bruja por primera vez.
Y de repente ¡sorpresa! ahí estaba la bruja que le dijo:
-       ¡Enhorabuena Juan! has sabido cumplir con lo prometido y yo haré lo mismo contigo y….de repente:
-       ¡Biribirí Biribirá, por sorpresa todo cambiará!
La bruja sacó su escoba y le barrió de arriba abajo hasta dejarle más limpio que tú cuando te bañas, con ropa nueva con el pelo corto y sin esa nariz y…¡ con un chasquido de dedos! le mandó a Estados Unidos, al pueblo de Sara.
Juan pasó por delante de una tienda y se miró en el cristal y pensó - Sara me ve así y no me va a reconocer – llamó al timbre de su casa y salió ella.
Juan le dijo:
-       Que chica más guapa me abre la puerta, ¿te gustaría casarte conmigo?.
Claro, Sara al ver al chico que estaba en la puerta pensó – ojalá fuera Juan, pero no se parece nada de nada, ¡qué decepción! no se creía que un chico tan tan tan limpio pudiera ser Juan.
Sara, sin poder decirle nada, iba a cerrar la puerta asustada, pero de repente Juan dijo:
-       Sara, no te asustes, de Europa vengo por Asia pasé y en Estados Unidos de ti me enamoré.
En ese momento Sara se dio cuenta y saltó a los brazos de Juan de los que nunca más se separó.
Y gracias a la bruja y a la valentía de Juan, este cuento bien ha podido acabar con las bodas y un manjar.
Y colorín colorado este cuento se ha acabado y colorín colorete por la chimenea ¡Sale un cohete!

Bibliografía
  • Apuntes  asignatura literatura infantíl, La Salle Centro Universitario.
  • http://definicion.de/adaptacion/

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